El hombre se comunica mediante la articulación de los sonidos, y fundamentalmente, por la memoria del oído; la naturaleza, por la impresión de los límites y superficies en el ojo, y mediante el ojo, da significado y adecuación y, así, las condiciones de memoria, o la capacidad de ser recordados, a los sonidos, olores, etc. Ahora bien, el arte, usado colectivamente para la pintura, la escultura, la arquitectura y la música, es el mediador entre la naturaleza y el hombre, y el conciliador de ellas. Es, por lo tanto, el poder capaz de humanizar la naturaleza, de infundir los pensamientos y las pasiones del hombre en todo lo que es objeto de su contemplación; el color, la forma, el movimiento y el sonido son los elementos que combina y convierte en unidad en el molde de una idea moral.
MIGUEL ATECHE
Puedo hablar de poesía, si lo hago desde mi circunstancia. Mi circunstancia es mi arte de la poesía, que desde luego, no es el arte de la poesía. Donde ustedes leyeron "creación poética", lean "arte de poesía". Es el arte lo que me agota, decía Yeats, no la inspiración. Es el arte el que permite escribir. Dejen a un lado los posesivos que he empleado. Tomen ustedes todo lo que voy a plantear como la visión de un poeta sobre el mundo de la poesía. Esta es mi limitación y al mismo tiempo mí libertad, aunque haya cosas que puedan servir, creo, a muchos poetas. Agrego algo importante. Los físicos, que son personas que aman la poesía, dicen que "el experimentador no sólo observa un suceso, sino que lo altera por el mero hecho de observarlo". Un físico, Wheeler, agrega que "debemos reemplazar el término observador por el de participante". Agreguemos: no miramos el mundo; participamos de él. No estamos solos. Los que creen que están solos no saben que lo que nos rodea, valga la paradoja, somos nosotros. El microcosmos es la misma cosa que el macrocosmos. Esto es lo que plantean los físicos, y aunque a ustedes les parezca extraño que haya comenzado de esta manera, esto es, más o menos, lo que ocurre al poeta. El poeta está ligado a todos, y el poema además de ser un puente, es otro pequeño mundo que existe porque está unido con el mundo.
Esta es la razón por la cual cuando un poeta habla de poesía no puede sino hablar de su propia poesía. Y su propia poesía nace de su circunstancia, la de su país, la de su lengua, la de su concepción del mundo. Si se trata de su propia poesía, no puede olvidar lo que ha ocurrido en la poesía chilena. No miro a la poesía chilena desde afuera; participo de ella, en ella.
Verlo todo como si lo viéramos por primera vez, y verlo unido al universo, esto parece ser, o es, la poesía. Como decía William Blake:
To see a world in a grain of sand
And a Heaven in a wild flower,
Hold Infinity in the palm of your hand,
And Eternity in an hour.
Estos versos de un poeta del siglo XVIII parecen ser lo mismo que plantea la física actual, o lo que puede decir algún poeta de nuestro tiempo. Es decir: "Para ver un mundo en un grano de arena / y un cielo en una flor silvestre, / sostén el Infinito en la palma de la mano / y la Eternidad en una hora". Esto es el acto creador de la poesía si la entendemos desde su principio. Como se sabe, la poesía es "hacer" y poeta es el "hacedor". Cuando el poeta inicia en el poema su exploración, busca unir lo que nunca estuvo unido para descubrir un mundo distinto, nuevo; y sabe que su poema será el testimonio de esta exploración.
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